De todos los animales acuáticos que habitan en los acuarios de zoos, safaris etc., el que sin duda mejor se ha adaptado a la vida en cautiverio es el delfín. Animal fuerte y ágil, dotado de gran inteligencia, los delfines conquistan las simpatías de los espectadores con sus fantásticas piruetas y su carácter simpático y juguetón.

Los delfines utilizan gestos para comunicarse, pero también se comunican a través de un ruido que parece a un silbido. Algunas investigaciones en la vida de los delfines parecen demostrar que al nacer un delfín, su madre le silba una y otra vez para que su bebé reconozca su voz y para ayudar al bebé a crear su propia "firma" de voz. Se cree que cada delfín tiene su propia "firma" - un silbido personal que es único, como la firma de las personas.

¿Por qué muestran los delfines un interés tan intenso correspondido en parte por el género humano? Podemos ver delfines en cautividad saltando a través aros y haciendo cabriolas de buena gana, permitiendo a los encargados montarse sobre sus lomos. Incluso en libertad parecen sentirse irresistiblemente atraídos hacia los hombres. Nadan velozmente acompañando a los barcos, y en algunas ocasiones se acercan a la costa, permitiendo incluso que los bañistas los puedan abrazar sin ningún temor.